No me queda otra que ser un pájaro inmortal durante un tiempo. Aunque mis alas estén rotas, se ma hayan caído las plumas y haya perdido a mi compañero de vuelo, mi xorazón destrozado sigue siendo el tesoro de mis padres. Por mucho dolor que sienta o que
Artículos relacionados
Otros libros del autor
Vista previa: DIARIOS DE NINGUNA PARTE
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.